Los criminales temen a las ideas,por eso condenan y encarcelan a quien temen.Lo que no saben es que el criminal muere,pero las ideas no.
Hoy se ha consumado otra gran farsa ,una gran ignominia, que junto con la condena a los chicos de Alsasua demuestra la bajeza de un pais que se llama democràtico...malditos sean los que las han perpetrado.
Me vienen a la cabeza los versos de Lluis LLach:
Assassins, de raons, assassins de vides,
que mai no tingueu repòs en cap dels vostres dies
i que en la mort us persegueixin
les nostres memòries...
Ni oblit ni perdó
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