sábado, 15 de febrero de 2014

Pero si era un encanto...

En pocos días, han salido a la luz casos de abusos relacionados con el ámbito de la educación, tanto formal como no formal.Esta mañana leía en "La Vanguardia" el caso del colegio Valdeluz,en el que un docente con 20 años de trayectoria, ha abusado de varias criaturas, con el conocimiento, parece ser, de la dirección y del jefe de estudios.
Como en la mayoría de los casos, la consternación  de las famílias se expresa con un "pero si era un encanto...".Pues claro que era un encanto, joder,¿es que acaso hubieras confiado en él si hubiera sido un cardo borriquero?.
Necesitamos que la gente que lleva a cabo actos delictivos lo lleve escrito en la cara...pero en la mayoría de los casos, nada distingue a un abusador, a un maltratador,de otra persona que no lo es;o si:tanto el abusador como el maltratador suelen ser persona encantadoras(excepto para sus víctimas,o incluso para ellas hasta que se han ganado su confianza),personas sin tacha, sin mácula...
¿Significa eso que debamos desconfiar de toda aquella persona que se comporta de manera" intachable"?
.No.Significa que debemos  aceptar,  interioriorizar de una puñetera vez que para abusar de un niño,de una niña, de un/a adolescente, para maltratar a una mujer, antes hay que ganarse su cariño,su confianza ciega,su simpatía.Porque el perfil del abusador con cara de psicópata,violento desde el principio,desgradable, zafio...no es el que abusa de niños/as en los colegios, en los esplais, en los gimnasios, en la família...el perfil del abusador suele ser el de aquel tio dicharachero,siempre dispuesto a acompañar a su sobrina donde ella necesite,el extrovertido,el "guai"...aquel que, cuando se descubra el pastel,tendrá muchas posibilidades de convencer a quien sea de que es inocente.Y lo peor es que "quien sea" lo creerá.O lo justificará, o lo encubrirá.Porque es un encanto.
 La víctima no.La víctima ya se ha ganado la fama de desagradable, de despegada/o, de rara/o...al fin y al cabo,igual se lo inventa todo, o lo exagera,o podría callarse para que todo el mundo continuase en su limbo particular,y no sacudir los cimientos de nuestras creencias más arraigadas.

viernes, 7 de febrero de 2014

Malditos bastardos

Quieres tener un hijo/a.Te sometes a uno, o más uno, por lo general, tratamiento/s de fertilidad. Y por fin llega.Cuidas ese embarazo como el acontecimiento precioso que es. Pasas los días sin saber si acabar de creértelo...pero a las trece semanas algo empieza a ir mal...y al cabo de poco tiempo llega la noticia que temes, que te aterra: hay una fisura en la bolsa de aguas, tu hijo no nacerá nunca vivo...y además tu misma sufres riesgo de que ese feto que ya nunca tendrá nombre, ni te llamará mamá, ni aprenderá las mil y una cosas que tu estabas deseando enseñarle, ni probará el sabor de tu leche, ni se asomará al mundo protegido por tus brazos, ese feto puede hacerte enfermar gravemente.
Y con una carga de pena que nadie que no haya perdido un embarazo puede entender, te resignas a que te practiquen un aborto...pero resulta que esos hijos de puta que te atienden han confundido el sentido del juramento hipocrático al que tanto bombo  dan y se niegan a ayudarte, a practicarte un aborto amparándose en la objeción de conciencia. ¿De qué conciencia? puedo entender que un médico se niegue a practicar un aborto cuando el feto está sano, cuando su estancia en el útero materno es plácida, pero cuando además de que el feto es inviable, la vida de la madre, de esa que también fue una "nasciturus" hace tiempo, corre riesgos, entiendo que negarse a practicarle un aborto es, cuando menos, pasarse el juramento hipocrático, la moral, la ética personal y el más mínimo vestigio de humanidad por el forro de los huevos.
Eso si, le aconsejaron que fuera a una clínica privada...en la que probablemente, muchos de esos que tantos escrúpulos tienen y tanta conciencia de mierda, practicaran los abortos que se niegan a practicar en la Sanidad Pública.
Pues eso, ¡malditos bastardos!