Escribo poco en este blog, que nació como un espacio para protestar por todo aquello que no me gusta, principalmente...hace tiempo que no protesto, y no será porque no haya nada por lo que hacerlo.Cuántos días, ante hechos surrealistas a nivel político, hubiese entrado aquí y me hubiese despachado a gusto...y cuántos otros he pensado que no, que no valía la pena...y así me he callado mi opinión sobre unos individuos que pertenecen al género humano por pura chamba, y que ,para más INRI, pretenden inculcar su psicopática visión del mundo.Que asco de Mariano, Inés, Alberto y compañía, indignos sucesores de aquellos que se pasaban la vida cara al sol,que asco de esa señora que acusó a mi instituto de "adoctrinar", con el argumento peregrino de que en vez de clases se impartían "charlas de independentismo radical"(?), y de "se hacían demasiadas huelgas",acusación ésta última que retrata el nivelazo de la individua,que por no enterarse, ni se ha enterado de que por normativa, el alumnado tiene derecho a la huelga desde tercero de ESO, y el profesorado, que no solemos alentar que vayan a la huelga, no podemos prohibírselo...pero la interfecta, que debe tener una vida tan miserable como ella misma, aprovechó la ocasión de tener sus tristes minutos de gloria escribiendo(por decir algo) a El Mundo...la verdad es que no hemos sentido, y nos seguimos sintiendo, como si retrocediéramos muchos años...a la Edad de las Cavernas, para ser exactos.
Que asco leer, ver, escuchar a esos a los que un lazo amarillo ofende pero no les ofende toda la corrupción,que asco ver a los que representan a la justicia puteando como verracos...Como decía Rubianes"Es que se me calienta la boca..."
Y dejando de lado ignominias y otras hierbas,ya hemos despedido otro curso, el 27...me cuesta creer el tiempo que llevo ejerciendo, me da vértigo contar la cantidad de chicos y chicas a los que he dado clase.Me abruma ver como mi jubilación está, como mucho a 10-12 años,y me encanta ver como aún soy capaz de buscar nuevos recursos,de desear encontrar nuevas metodologías para impartir las clases...cosas de que, a pesar de lo mucho que me quejo, me guste mi profesión.
Mi amaxofobia, a la que hice referencia en mi último post, parece que se hace un poco más manejable y conducir ya no es la tortura china que ha sido durante meses,aunque sigo y seguiré yendo al trabajo en tren,después de descubrir las bondades de llegar y no tener que dar vueltas durante rato y rato para finalmente tener que dejar el coche en zona azul...¡gracias Emilio y Juli Gan por mostrarme que no soy la única que suda tinta al volante!
Pues nada, por aquí estamos.¡Y que dure!