jueves, 28 de febrero de 2013

Cuánto daño puede hacer la cultura...

...Y no,no voy a lanzar un grito en plan Millan Astray,el menda que se descolgó con un "muera la inteligencia viva la muerte".Ni mucho menos.Tampoco voy a dar mi opinión sobre el hecho de haber elevado cualquier manifestación cultural a la categoría de lujo con un IVA un tanto...abusivo, no.La cosa es más terrenal y más doméstica de lo que sugiere el nombre de este post.
Y es que estaba yo (estoy aún en ello)intentando vaciar una estantería de mi dormitorio para cambiar la distribución y que dicha estancia deje de ser un híbrido entre lugar donde dormir-despacho-trastero con libros y se vea un poco más ordenado...porque en casa somos de libros mi pareja y yo.Mis hijos no,ellos leen más bien poco, y en mis días malévolos, que cada vez son más, me parto el culo pensando en el marrón que van  a tener cuando hereden toda la cantidad de libros que de mes en mes vamos acumulando mi santa y yo.Y es que en una de las dos librerias que hay en el pueblo donde habitamos, cuando nos ven llegar nos ponen la alfombra roja...en fin, a lo que iba,que somos muy de comprar libros y leerlos, faltaría más.Debemos tener alrededor de mil quinientos, y eso que, a nuestro pesar, nos hemos ido deshaciendo de aquellos que no nos habían gustado.Aún así, tal cantidad de libros ocupan espacio, y todo nuestro afán está en conseguir que en poco más de setenta metros cuadrados convivamos en perfecta armonía dos adultas, dos hijos, una perra y el mogollón de libros.Hace unos meses nos hicimos construir una estantería de suelo a techo  a lo largo del pasillo.Una señora estantería...y allí que estaba yo llenando un hueco que aún estaba libre,un hueco que quedaba un poco por encima de mi cabeza,y entonces...pam! un libro que me resbala de las manos y me da tremendo testarazo en toda la ceja.Me cisqué en todas las progenitoras de todos los pu...libros mientras comprobaba que no hacía falta llamar al 112 para que me llevase a que me cosieran.No, sólo fue un corte pequeñito justo en medio de la ceja izquierda.Suerte que el libro también era muy pequeño, más que libro en sí,una guía editada por el ayuntamiento de Madrid sobre el crecimiento de los hijos y sus problemas,que si llega a ser uno de los mamotretos tipo la trilogia de Sarah Lark sobre Australia(que también tenemos y hemos leído, faltaría más)ya me veo con la cabeza abierta...
Y es que además de ocupar espacio, la cultura puede hacer pupa...

4 comentarios:

  1. Si es lo que siempre contesto cuando me dicen "el saber no ocupa lugar" " ¿Que no? Varias estanterías en mi minicasa" lo que expurgo va a la biblio del barrio, al bookcrossing o a ca-mi-padre, que unos pocos más no se van a notar"

    Espero que fuera de tapa blanda :)

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  2. Hola Núria, he entrado desde el blog de Juli Gan al sentir curiosidad por el título y acabo de reírme leyendo la maratón diaria que describes en el post anterior y la fantástica dieta!!!!
    No sabes como te entiendo, pero estoy escribiendo esto mientras tengo al lado unos palitos que voy intercalando con trocitos de fuet. Mañana ya me portaré bien ;-)
    Una abraçada,

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  3. Amiga Nuria, cuando he leído el título de tu entrada, me he remangado las mangas y me he dicho "esta se va a enterar", normal si el que te escribe es lo que es; conforme leía, la cosa se ha ido tranquilizando y al final te tengo que dar la razón. Como tu, tengo estanterías y librerías por toda la casa, aunque llegó un momento que, o nos salíamos nosotros, o se salían los libros, optamos por lo último, y así encajonamos cerca del 2000 libros, quise darlos pero casi me pedían dinero para llevarlos, quise hacer lo mismo con ONGs que trabajan en países en vías de desarrollo y estos lo que hacían eran convertirlos en dinero vendiéndolos en mercadillos, en fin la cultura convertida en vil metal, opté por dejarlos en la cochera y ahí están pillando polvo esperando que hago con ellos; como a ti te ocurre, mis hijas leen poco, dicen que tienen gustos diferentes a los míos.
    Total, a pesar de que ya apenas compro libros en papel sigo leyendo, posiblemente, más que antes pero ya lo hago en libro electrónico o voy a la biblioteca leo y devuelvo.
    En estos momentos estoy leyendo dos libros al mismo tiempo: "La música del azar" de Paul Auster que tendré que comentar en el club de lectura en el que me encuentro y devolverlo a la biblioteca y el otro de Almudena Grandes "El lector de Julio Verne" en electrónico.

    Un abrazo, te has salvado de una buena bronca.

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    1. Uffff, menos mal, Emilio,ésto de las broncas no me gusta nada...el tema "que hacemos con los libros" es un poco complicado.Es cierto que nadie quiere libros...ahora igual doy unos cuantos a unas mamás que los recogen para montar una parada el dia de Sant Jordi y así recaudar dinero para pagar el tratamiento de sus hijas...pero si no es por algo así no hay manera de quitárselos de encima...
      Un abrazo

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